El
problema de la Violencia de Género tan en auge en nuestros días motivado principalmente
a la repercusión mediática de los casos más graves que deparan en la muerte de
la mujer en manos de su pareja o ex pareja y que debido por una parte a la
conciencia social y en otra parte (no más pequeña que la anterior) al “morbo”
que despierta cualquier clase de acto violento que provoque la muerte de un
tercero, para una sociedad habida de expresiones de violencia, es una lacra
social de origen ancestral (desde que Adán por dominante se comió la manzana…),
que se ha transmitido generacionalmente y que a lo largo de las distintas
sociedades se ha encrudecido más o menos, pero que se ha mantenido hasta
nuestros días.
Lo
femenino y lo masculino no se refiere al sexo de los individuos, sino a las
conductas consideras masculinas y femeninas, como es evidente detrás de una
“consideración” existe cierta carga de estereotipos interiorizados por quien
tiene la capacidad de generar opinión que contenga un fuerte arraigo en la cultura imperante en la
sociedad, que en la mayoría de épocas históricas a correspondido al hombre. Por
lo tanto los roles femeninos y masculinos se conforman a raíz de una relación
mutua, que no igualitaria, cultural e histórica. La sociedad articula sistemas
de género, como bien menciona (De Barbieri, en 1990), “entendiéndolos como un conjunto de prácticas, símbolos,
representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a
partir de la diferencia sexual anatómica-fisiológica y que dan sentido a las
relaciones entre personas asexuadas”.
A
mediados del siglo XX las intelectuales feministas logran instaurar en la
academia y en las políticas públicas, la denominada “perspectiva de género”, lo
que a modo de entender del que suscribe, representa la base en la
que hay que trabajar desarrollando su difusión e instauración en el conjunto
del mayor número de actores sociales posibles para poder, de este modo,
exterminar los prejuicios sexistas instaurados en la cotidianidad de las
relaciones entre géneros. La perspectiva de género implica en si misma las
habilidades sociales para identificar, conocer, saber qué hacer y actuar,
contra las secuelas machistas que condicionan la asignación de roles
interesados para cada género.
La asimilación de esta perspectiva implica: la
capacidad para reconocer las relaciones de poder que se dan entre los géneros,
en general favorables a los hombres como grupo social y por tanto discriminatorias
hacia las mujeres; conocer que el origen de dichas relaciones de poder radica
en que han sido constituidas social e
históricamente y son constitutivas de las personas; y que estas mismas
atraviesan todo el entramado social y se articulan con otras relaciones
sociales, como las de clase, edad, etnia, religión, preferencia sexual, etc.
Esta
perspectiva pretende acabar con estereotipos ampliamente aceptados y asimilados
que debido a su habitualidad no despierta en la mayoría de nosotros esa
capacidad de reflexión para llegar a darse cuenta de la existencia de la
discriminación del género femenino que todos en cierta forma efectuamos,
actuando conforme a lo comúnmente aceptado como normalidad. Basta con pensar
que sucede cuando un hombre y una mujer piden en un bar una cerveza y una
coca-cola, lo lógico debido a estos estereotipos asignados es que al hombre se
le ponga la cerveza y a la mujer la coca-cola, o como se persigue moral y legalmente
en la actualidad la agresión física expresada en una bofetada de un hombre a su
pareja (como debe de ser, por supuesto) y como si el hecho se produce al
contrario se puede llegar a apreciar cierto aire de romanticismo, debido al daño
que han hecho al respecto por ejemplo
escenas cinematográficas que han otorgado a esta agresión el matiz romántico,
etc.
Seguro que si pensamos en ello un
poco más, encontramos actuaciones similares que son habituales y que
analizándolas nos damos cuenta de que la asignación de cualidades y
características a cada género, que en ocasiones produce micromachismos, son
comunes por gran parte del conjunto social. Entendiendo esto, y poniéndonos más
a menudo “las gafas de color morado”, es decir mirando en feminismo, conseguiremos
la perspectiva de género suficiente para poder excluir de nuestros actos,
acciones discriminatorias cotidianas hacia las mujeres, que sería el primer
eslabón para poder poner fin de manera definitiva a la lacra social de la
violencia machista.
Soy Agente de Igualdad de Género y Mediador y me parece necesario priorizar la igualdad real de las mujeres en todos los ámbitos, no solo en el familiar. Y no unicamente de boquilla (pues hay legislaciones enteras que luego no se cumplen) sino hacerlas realidad en la práctica. La desaparición de los techos de cristal con los que se enfrentan las mujeres son ahora la prioridad. Ver estás iniciativas en Pinto son de agradecer. Enhorabuena.
ResponderEliminarP.D. O cambias el fondo negro y lo pones en blanco o los que lo leemos nos quedaremos ciegos. ;-)
Gracias Hektor por tu aportación al Blog y por el reconocimiento a la labor desempeñada.
ResponderEliminarSi eres habitual seguidor a este Blog habrás percibido en más de una entrada la tenacidad con la que siempre recalco aquello que mencionas tu en tu comentario, que la desigualdad no existe solo en el ámbito familiar, si no en todos los estratos sociales. Así como que la violencia por razón de género que se produce entre relaciones sentimentales heterosexuales, resultando como víctima la mujer, es un minúsculo reducto del todo que engloba la violencia de género en todos los estamentos y sistemas sociales, resultando ser la mayor lacra social de nuestros días.
Agradezco que profesionales como tu consideren este Blog un lugar adecuado para exponer sus conocimientos, por ello te invito a que no se la última vez que compartas con nosotros.
Por cierto el día 27 de noviembre doy una ponencia en Pinto sobre VdG, a las 18 horas en el centro cultural Infanta Cristina, estas invitado y sería un placer conocerte allí.
Respecto a lo del fondo del Blog, no eres la primera persona que me lo comenta pero he de reconocerte que sois pocas, me gustaría que me dijeras si este texto en blanco sobre el mismo fondo también te resulta molesto a la hora de leer, porque a lo mejor la solución podría ser cambiar el color de la letra.
Nuevamente gracias y un cordial saludo.
Sin duda las letras blancas quedan más nítidas y no se distorsionan. Mucho mejor, no tengas dudas. Yo al menos no me he mareado al leerlas.:-)
ResponderEliminarCreo que podré asistir a la conferencia del 27 en el Infanta Cristina.
Un saludo.
Ok, lo tendré en cuenta, allí espero verte el 27, un saludo.
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