A menudo cuando entro en discusión dialéctica con algún amigo o amiga sobre este tema, tan importante como tristemente desconocido para la mayoría, como es la violencia por razón de género en el marco de relaciones sentimentales presentes o pasadas, me suele surgir la pregunta que titula la presenta entrada; ¿y porqué no es violencia de género el maltrato que reciben los hombres en las relaciones sentimentales entre heterosexuales?, pues bien, ayer sin ir más lejos tuve (que no lo suelo hacer por no entrar en continuas riñas verbales) que corregir a una amiga del facebook que se empeñaba en defender a capa y a espada que esta distinción dialéctica no es ni más ni menos que otra discriminación que padece el genero masculino contra esta "moda" de priorizar los interés de las mujeres ante los hombres, produciendo discriminaciones constantes en normas legales, en la aplicación de las mismas, y como sucede en este caso, en nombrar un tipo de violencia si incluir a uno de los género: al masculino.
Este acontecimiento me lleva a realizar esta entrada para responder a esta pregunta que se integra dentro del resultado de la aplicación de los prejuicios y estereotipos sociales imperantes, que condicionan una visión limpia e integra del problema, sin teñir esa percepción de tintes oscuros e intereses dimanantes de sistemas patriarcales.
En primer lugar es importante contextualizar el término "género" para que no lleve al común error de confundir con "sexo", para entender el fin del planteamiento que se expone a continuación.
Por sexo se entiende una categoría biológica, mientras que por género se entiende una categoría sociológica. Es decir, por género nos referimos al conjunto de aspectos sociales de la sexualidad, expresados en comportamientos y valores asociados de una forma "arbitraria" en función al sexo al que se asignen. Es una autoconcepción del individuo como masculino o femenino indistintamente de su sexo biológico. Profundizando en la definición de "género", nos referiríamos al conjunto de pautas culturales, no biológicas, que otorgan distinto poder a los hombres que a las mujeres, situando a las mujeres, por el hecho de serlo, en inferioridad frente a los hombres, constituyendo en lo que se ha dado en llamar "la mayoría en inferioridad". Por sexo como categoría biológica no necesita tanta explicación; hombre o mujer.
Teniendo interiorizada esta distinción expuesta, que ya empieza a discernir la respuesta que poco a poco se va a ir aportando a la pregunta que da sentido a esta entrada, vayamos al "kit" de la cuestión.
Conviene entender que en sentido estricto la VdG no tendría porque tener un sujeto pasivo definido, cabría la posibilidad de que víctima y agresor pudieran ser indistintamente el género masculino y el femenino, pero la socialización, entendiendo la socialización como el proceso mediante el cual se transmite la cultura y las costumbres instauradas, ha deparado una serie de estatus y roles para cada género, construyendo las desigualdades entre estos que deparan en la instauración de sociedades patriarcales, donde el papel del género masculino se superpone al del femenino, de aquí que el género sometido, el femenino, requiera de una especial protección.
Hay que recordar que la violencia sobre la mujer en este tipo de relaciones sentimentales se produce por el simple hecho de ser mujer, de pertenecer al género femenino, de ahí que acuñe este tipo de violencia la definición de "GÉNERO".
Los casos existentes en los que los hombres sufren violencia doméstica por parte de una mujer, que lo hay y son igualmente injustificables socialmente como cualquier otro tipo de violencia intrafamiliar, no suelen cronificarse, debido por un lado a que el hombre no ha sido educado para la sumisión y la tolerancia al sufrimiento y por otro lado porque la mujer no goza de un poder social que tolere el maltrato al hombre, como sucede al revés.
Para entender la definición de "género" a la violencia que se ejerce contra la mujer en el seno de relaciones desiguales sentimentales entre ambos géneros, hay que retroceder a tiempos ancestrales, seguramente al principio de las civilizaciones, donde las mujeres se han visto abocadas a interiorizar como "normal" los roles y estatus que se han encargado de conformar los hombres, amparándose en el dominio de las sociedades patriarcales y sistemas sociales androcentricos.
Es conveniente entender que en la socialización de un grupo, sea cual sea su magnitud, se encuentra inmerso en una "teórica" normalidad, entendiendo dicha normalidad como la asimilación de valores dimanantes del conjunto social a través de la transmisión cultural, es muy difícil, si no existen voces discordantes con el sistema impuesto por esa ambigua normalidad, percibir la situación impuesta de inferioridad en la que se ha nacido y se ha socializado la persona, en este caso la mujer.
Esto es lo que ha pasado con el género femenino durante prácticamente toda la historia, hasta que un grupo de mujeres fueron conscientes de la situación y comenzaron a luchar por la tan anhelada y todavía lejana igualdad real y efectiva entre géneros.
La manifestación más cruel de esa discriminación hacia la mujer, ancestral y contemporánea, expresada a través de la violencia, sea cual sea su forma de expresión; física o psicológica, con el fin de someterla y anular sus facultades de auto-gobierno, para hacerlas dependientes de la voluntad del hombre maltratador o del conjunto de hombre "dominantes" dentro de un entramado social, es lo que configura a grandes rasgos esta lacra, la Violencia de Género.
Es entendible visto lo expuesto que la violencia que padecen los hombres en el seno de una relación sentimental no encaje con esta definición...¿no les parece?.
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